La industria necesita retomar su ritmo en la primavera para asegurarse de que no haya cierres permanentes
El turismo es una de las industrias más afectadas por la crisis del coronavirus, una de las consecuencias es que la provincia de Castellón perderá 524 plazas hoteleras en 2020, lo que supone una reducción del 2,3%. Así se explica en el «Anuario Estadístico de la Oficina Federal de Turismo de Valencia» publicado ayer. El documento refleja las cifras de los últimos 30 años y nunca ha habido tal descenso.
A pesar de la insólita situación, los grupos empresariales participantes señalaron por unanimidad que en comparación con el número de pernoctaciones del año pasado, el año pasado hubo un descenso del 70%, pero la reducción de plazas registradas fue muy pequeña, lo que demostrará a los hoteleros su voluntad de continuar su estancia. Su negocio. Sin embargo, todo depende de cuándo la pandemia comience a pasar a la historia, y este momento es inminente.
Javier Gallego, vicepresidente de Hosbec, la patronal regional, mencionó la necesidad de agilizar el proceso de vacunación de los ciudadanos, «para que las máquinas puedan empezar a funcionar en junio». De lo contrario, la situación puede volverse «muy complicada porque ya hemos El año 2020 está completamente perdido. Durante ese año, muchos hoteles cerraron por la temporada alta en octubre de 2019 y no volvieron a abrir porque no había clientes. «
Para Luis Martí, vicepresidente ejecutivo de Ashotur, “las vacunas hay que gestionarlas a gran escala, no al ritmo actual, porque esperamos que esta situación se pueda superar a partir de principios de 2021, y ahora estamos a punto de completar los resultados de la los dos primeros meses son iguales o inferiores al año pasado».
Antes de la tercera ola de pandemia, la gente espera que los hoteles pudieran comenzar una nueva temporada a partir de Semana Santa. Sin embargo, a menos que la inmunidad de la población esté a punto de aumentar, las restricciones para reducir la incidencia del virus lo hacen imposible. De salvar la Pascua a anhelar salvar el verano.
El líder de Hosbec dijo que las pérdidas en la facturación de los hoteles de la provincia en el último año «fueron de 90 millones de euros, afectando aproximadamente a 1.200 empleos directos». Algunos números se completan con la posición ocupada. «Del 51% en 2019 al 25%». Algunas cifras llevan al límite la resistencia del hotel.
Gallego dijo: «Queremos volver de febrero o marzo, pero la situación no se ha resuelto. A la gente le preocupa que la empresa se muera de hambre».
Luis Martí mencionó que esta rama del turismo “viene sufriendo mucho desde marzo del año pasado y la única forma aceptable de trabajar es el verano”, aunque en lo que a Castellón se refiere, solo puede reabrir un 60% de las plazas existentes.
Para Martí, «La mejor solución a la incertidumbre actual es acercarnos a las tasas de vacunación que vemos en Reino Unido o Israel. Debemos evitar que España se quede atrás». Otro detalle que valoraron los representantes del grupo empresarial tiene que ver con la motivación que impulsa que los hoteles no queden en desuso. Tanto Ashotur como Hosbec creen que el gobierno debería plantearse la restauración del turismo social en el Imserso, que incluso puede aprovechar que son precisamente los ancianos los que están vacunando. A veces hay una preferencia. Marti dijo: «Recibiremos el bono de viaje de la Generalitat, y el plan de la Diputación seguirá implementando el plan Castellón Senior, que es muy bueno, pero Imserso es muy importante para el desarrollo más allá del verano».
Javier Gallego agregó que también es un buen momento para repensar cómo se organizan estos viajes sociales. Concluyó: «No es razonable que apenas hayan cambiado a lo largo de los años».
